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En el país ya hay una inversión privada de 1,5 millones de dólares, para crear Banco de Hábitat y se estima que podría llegar a los 100 millones de dólares. El primer banco del hábitat está ubicado en el departamento del Meta.

 

BOGOTÁ D.C.- La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), ha autorizado por primer avez en el país una transacción de obligaciones ambientales a través de un banco de hábitat.

Esta transacción de compra de cien cupos en un Banco de Hábitat para el cumplimiento de obligaciones ambientales que avala la entidad está respaldada en la Resolución 1051 de 2017, que le apuesta a la creación y regulación de Bancos de Hábitat.

En este sentido Bancolombia, entidad financiera que administra el Patrimonio Autónomo del primer Banco de Hábitat, destacó que “innovar en modelos financieros para la bioeconomía a través de esquemas como los Bancos de Hábitat es parte de la esencia y compromiso sostenible de dicha organización financiera.

Este mecanismo ayuda a desarrollar y proteger los principales corredores ecosistémicos del país, facilitando el cumplimiento de las obligaciones ambientales por parte de las compañías, lo que motiva la inversión privada, genera transparencia y las empresas pagan una vez se cumplan con los hitos, metas u objetivos pactados, destacó Bancolombia.

Primer banco en el Meta

El primer banco del hábitat está ubicado en el departamento del Meta, en la subcuenca del río Metica, y espera conservar al menos 600 hectáreas de ecosistemas estratégico, generar más de 30 empleos entre directos e indirectos, aumentar la productividad para los dueños de los predios y disminuir los costos de compensación ambiental de las empresas.

Por su parte, el Oleoducto Central (Ocensa) el primer cliente del Banco de Hábitat del Meta, considera que esta apuesta es una oportunidad grande para quienes tienen obligaciones ambientales, dado que asegura que los recursos serán ejecutados de una manera transparente en la medida en que los pagos solo se realizan de acuerdo con el cumplimiento de resultados en materia de conservación.

El saliente ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Luis Gilberto Murillo, señaló que “este es un momento histórico, pues se ratifica la importancia, de abrir mayores oportunidades a los inversionistas generando nuevos negocios que respalden el cumplimiento de las obligaciones ambientales y aseguren proyectos de conservación y restauración, que además generarán fuentes de empleo para Colombia”.

“Con los Bancos de Hábitat se materializa la apuesta de país, de asegurar que las medidas compensatorias y las inversiones ambientales estén orientadas a resultados. A través de esta estrategia se dinamiza la economía de la restauración y genera un ambiente inversionista para la conservación de la biodiversidad”, agregó el funcionario.

Para Mariana Sarmiento, gerente general de la empresa Colombiana Terrasos, inversionista y gestora de Bancos de Hábitat, “esta es una señal muy importante para el país en la medida en que detona y viabiliza la inversión privada en la creación de estos bancos de hábitat que operan bajo el principio de pago por resultado”.

Gregory Watson, Especialista Líder del Fondo Multilateral de Inversiones Fomin, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), quien ha invertido a la fecha un millón de dólares en Bancos de Hábitat en Colombia, aseguró que, “esta señal de la ANLA genera un escenario atractivo para inversionistas en mercados ambientales en el país.

Preciso que esta es una muestra de que se pueden hacer inversiones económicas en conservación de la biodiversidad que al mismo tiempo generen retornos y dinamicen economías.

Para Watson, una de las razones por las que el BID es inversionista en Bancos de Hábitat en Colombia, es que el país tiene una riqueza ambiental enorme, pero adicionalmente el gobierno ha generado unas condiciones propicias para aportarle a los Banco de Hábitat.

Incorporación de bancos

Desde diciembre del 2016, Colombia formalmente ha incorporado los bancos de hábitat como mecanismo de implementación de inversiones y compensaciones, obligatorios en el Decreto 2099. Posteriormente, los Bancos de Hábitat fueron reglamentado a través de la resolución 1051 de 2017 e incorporados en el Manual de Compensaciones Ambientales regulado por la resolución 256 de 2018. Esto es un avance muy importante, ya que si bien las compensaciones ambientales son un instrumento de gestión ambiental establecido desde 1993, esto facilita su implementación y seguimiento.

Estos bancos son un mecanismo incorporado en varios países, que han demostrado hacer más eficientes los procesos de compensación ambiental, en la medida en que facilitan su cumplimiento a través de proyectos de desarrollo y, al mismo tiempo, facilitan el control y vigilancia por parte de las autoridades ambientales, señalaron los directivos de esta iniciativa.

Los bancos de hábitat también son una oportunidad de generar instrumentos de política pública ambiental que puedan traducirse en oportunidades de desarrollo rural y protección de los recursos naturales, concluyeron.