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Mientras en la población santandereana de San Gil, se reportó un menor muerto y 18 personas más heridas como consecuencia del fuerte invierno que se presentó el pasado jueves, en Puerto Carreño, capital del Vichada, la población sigue inundada. Urgen ayuda de las autoridades.

 

BOGOTÁ D.C.- Hasta las zonas más afectadas por el torrencial aguacero que cayó sobre este municipio y que causó el desbordamiento de dos quebradas, llegó el gobernador Didier Tavera Amado y el director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) Carlos Iván Márquez, para evaluar y liderar la atención de la emergencia, que dejó como saldo fatal el fallecimiento del menor Johan Sneyder Corzo, 90 familias damnificadas y afectaciones en viviendas y vehículos.

Entre tanto la UNGRD, también hizo presencia en el departamento del Vichada, con mercados y toldillos para atender a las familias de los sectores de Cumarabito, Guaco Alto y Guaco Bajo, Laguna Colorada, La Rompidita, El Palmar y Sarabita, informó el Consejo Departamental de Gestión del Riesgo de Desastres.

En San Gil, tras cumplirse el Comité de Gestión del Riesgo desde el Puesto de Mando Unificado (PMU), las autoridades ratificaron la declaratoria de calamidad pública emitida por el municipio, establecieron el Plan de Acción Específico, activaron los mecanismos de registro único de damnificados y se dispusieron las ayudas humanitarias.

"Se mantiene activa la alerta del Ideam, se han establecido cuatro frentes de trabajo en los sectores más afectados y se han activado todos los mecanismos de socorro y de atención de la red hospitalaria para que estén en alistamiento permanente. Ya activamos el fondo de inversión común por cerca de 100 millones de pesos y dispusimos las ayudas humanitarias alimentarias y no alimentarias desde el Gobierno Departamental", manifestó Tavera Amado.

"También se activó el servicio de arrendamiento para las tres familias que perdieron su vivienda y para las otras que quieran acogerse a este beneficio. Hay que reubicar a 19 familias del asentamiento Raginesi, para lo cual el municipio ya ofreció el subsidio", agregó el director de la UNGRD.

De igual forma se activaron los programas de prevención y promoción en salud, así como el apoyo psicosocial por parte de la Cruz Roja Colombiana y la Fiscalía General de la Nación. Las autoridades contemplaron iniciar jornadas de fumigación y trabajar en temas de salubridad y saneamiento básico.

Cuatro barrios y una vereda fueron los sectores que presentaron mayores afectaciones, 61 viviendas registraron daños y 2 quedaron destruidas, además de 3 carros con pérdida total y otros 17 averiados.

Ya se encuentra en proceso el restablecimiento de la prestación de servicios públicos, por parte de las entidades correspondientes.

Carreño, inundado

En Puerto Carreño, entre tanto, la comunidad sigue afrontando la inundación que se presenta desde el pasado 7 de julio , por el desbordamiento de los ríos Orinoco y Meta, que ha dejado cerca de mil damnificados.

Las autoridades locales dispusieron de la plaza de mercado y la cancha municipal para albergar a los damnificados.

El alcalde de Puerto Carreño, Marcos Pérez Jiménez, declaró la calamidad pública por esta emergencia invernal, que afecta principalmente a los habitantes de los barrios La Florida, San José, El Progreso y Santa Teresita.

Las necesidades más urgentes de los damnificados son cobijas, colchonetas, alimentos y carpas, así como infraestructura para reubicar a las más de mil personas afectadas.