En el Día Mundial del Medio Ambiente 2025, Naciones Unidas hace un llamado a la acción colectiva para enfrentar la contaminación por plásticos, que se extiende por todos los rincones del planeta. Se estima que 11 millones de toneladas de estos desechos terminan cada año en lagos, ríos y mares. El plástico ha llegado incluso al organismo humano, en forma de micropartículas de este material.
BOGOTÁ D.C.- Cada año, en el mundo se producen más de 400 millones de toneladas de plástico… ¡suficiente para llenar más de 1 millón de camiones de basura grandes!, según la Organización de Naciones Unidas (ONU), por lo que se ha lanzado una campaña internacional para frenar el uso de este material, si se tiene en cuenta que, según estimativos, la mitad de este material es de un solo uso, lo que hace que se deseche y que termine en fuente hídricas.
A ello se suma que los microplásticos (partículas plásticas cuyo diámetro es inferior a 5 mm) invaden los alimentos, el agua e incluso el aire. Se estima que las personas ingieren más de 50.000 partículas de plástico cada año, e incluso muchas más si se tienen en cuenta las partículas inhaladas. Los productos plásticos de un solo uso que resultan desechados o quemados no solamente perjudican a la salud humana y la biodiversidad, sino que igualmente contaminan todo tipo de ecosistemas, desde los picos de montaña hasta el lecho marino.
Para la ONU Medio Ambiente, "es posible hacer frente al problema de la contaminación por plásticos si se aprovechan los avances científicos y las soluciones existentes", por lo cual insta a los gobiernos, al sector privado y demás .partes interesadas a que "amplifiquen e implementen medidas ya en todos los rincones del mundo".
En ese sentido, el PNUMA, programa de la ONU que trabaja por la naturaleza, alzará la voz frente a la creciente evidencia científica sobre los efectos de la contaminación plástica y nos invitará a transformar nuestra relación con el plástico: a rechazarlo, reducirlo, reutilizarlo, reciclarlo y, sobre todo, a repensarlo para construir un futuro más limpio y sostenible.
Las cifras que entrega esta organización sobre la contaminación por plástico son alarmantes: cada año llegan a los sistemas acuáticos unos 11 millones de toneladas de residuos plásticos, más de 800 especies marinas y costeras se ven afectadas por esta contaminación por ingestión, enredo y otros peligros, los microplásticos en los mares ahora superan el número de estrellas en nuestra galaxia.
En términos económicos, el PNUMA advierte que el costo social y ambiental anual de la contaminación plástica oscila entre 300.000 y 600.000 millones de dólares.
En Colombia, donde se calcula que se generan anualmente 700.5000 toneladas de envases y empaques plásticos -de los cuales se recicla solo 30%- una de las medidas de mayor trascendencia para frenar el uso de este material es la ley 2232 del 2022, que entró en vigencia en 2024 y que determinó medidas para la reducción gradual del consumo y la producción de este tipo de productos. Según las Naciones Unidas, entre los plásticos catalogados como de un solo uso se encuentran bolsas, rollos de embalaje, películas extensibles y de burbujas, envases de alimentos, vasos desechables, platos, bandejas, botellas de agua y bebidas hidratantes, envoltorios de comida, tapas, cubiertos, pitillos, mezcladores, copitos, filtros de cigarrillo, entre otros.
Ese mismo año, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia anunció el lanzamiento de la Plataforma de Acción para los Plásticos de Colombia, en conjunto con el Foro Económico Mundial y el Gobierno de Reino Unido, iniciativa que busca impulsar la transición hacia la circularidad de los plásticos y reafirmar los esfuerzos del país por combatir la contaminación y promover prácticas sostenibles en toda la cadena de valor de este material.
Para asumir el reto de usar menos plásticos, la organización ambiental WWF, ofrece algunas recomendaciones como, por ejemplo, reemplazar las bolsas plásticas por las de papel o las de tela. De igual manera, los pitillos y mezcladores pueden ser sustituidos por utensilios de madera o metálicos reutilizables. Y en cuanto a los copitos, recuerdan que estos implementos son desaconsejados por los médicos para limpiar los oídos.
“Los plásticos de un solo uso son un importante contribuyente a la crisis global de contaminación por plásticos. Estos productos de corta duración representan más de un tercio de los plásticos producidos cada año, y representan 70 % de los plásticos que se encuentran en los océanos. Varios de estos productos son evitables o innecesarios, con alternativas más sostenibles”, dice María Alejandra González, coordinadora de política de plásticos para América Latina y el Caribe de WWF.