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De las 1.254 especies endémicas del país -45%- están en riesgo de extinción, advierte el insituto Humboldt en su Reporte Bio 2020. Zona Andina, la más afectada.

BOGOTÁ D.C.- El Reporte BIO, que recoge temas estratégicos relacionados con la biodiversidad de acuerdo con la actualidad política, social, económica, cultural y ambiental del país, estableció que 566 especies de árboles y arbustos endémicos del país se encuentran en riesgo de extinción y que la mayoría de estas se encuentra en la región Andina, seguida por las del Caribe y el Pacífico.

Llegar a este hallazgo fue posible gracias a la elaboración de la lista roja global, en donde se están evaluando casi 60 000 especies arbóreas de todo el mundo conocidas hasta la actualidad, informó el von Humboldt en una rueda de prensa virtual convocada para dar a conocer este reporte.
 
En el caso de Colombia, el estudio fue liderado por el Grupo de Especialistas de Plantas de Colombia (GEPC),quien determinó que una buena parte de las especies evaluadas fueron arbustos y árboles poco conocidos, dado que no son de uso común de las personas. En total, fueron evaluadas 860 especies en riesgo de extinción, en cuyo estudio se usaron casi 15.000 especímenes aportados por 23 herbarios nacionales o disponibles en bases de datos globales.
 
Dentro de las especies endémicas de árboles amenazados en Colombia figuran la ceiba barrigona (Cavanillesia chicamochae) cuyas poblaciones conocidas se encuentran en el Cañón del Río Chicamocha (Santander) sobre la Cordillera Oriental. En cuanto a arbustos, se destaca la especie Aphelandra taborensis, conocida solo en una localidad del municipio de Trujillo (Valle del Cauca), la cual se encuentra por fuera del Sistema Nacional de Áreas Protegidas del país.

Una de las mayores amenazas para las especies de árboles y arbustos es la deforestación para ampliar la frontera agrícola, sobre todo destinada a la ganadería. De acuerdo con Cristina López-Gallego, bióloga, profesora del Instituto de Biología de la Universidad de Antioquia y co-coordinadora el grupo de especialistas de plantas de Colombia de la UICN, “pudimos concluir que la mayoría de las especies endémicas no están en peligro de extinción por causa de comercialización sino por la destrucción de sus hábitats”.
 
En Colombia, los arbustos han recibido poca atención en conservación, a pesar de que tienen importantes contribuciones en los ecosistemas. De hecho, muchas de las especies no tienen nombres comunes. Dentro de los servicios ecosistémicos que prestan se destacan la captura de carbono, regulación del clima y ciclos hídricos, provisión de alimento y refugio para animales y de bienes para las poblaciones humanas como alimentos, medicinas, materiales de construcción, leña, entre otros.
 
Muchas de las especies que no están en riesgo de extinción se encuentran dentro de Parques Nacionales Naturales y otras áreas protegidas nacionales, lo que demuestra la importancia de la gestión de estas áreas estratégicas para la conservación de especies en el país.
 
Según Luz Adriana Moreno, investigadora del Instituto Humboldt y editora del Reporte BIO 2020, “el objetivo es que esta información sea insumo para las distintas autoridades ambientales a la hora de tomar decisiones relacionadas con conservación como las Corporaciones Autónomas Regionales, entes territoriales y ONGs”.
 
A nivel global, de acuerdo con el reporte “State of the World´s Plants and Fungi” del Jardín Botánico de KEW, menos del 10% de las especies conocidas de plantas se han evaluado para la lista roja global, sin embargo con la información disponible se estima que cerca del 40 % de la flora mundial está en algún riesgo de extinción.
 
El proyecto de lista roja de los árboles y arbustos endémicos de Colombia representa un importante avance en la planificación para la conservación de plantas del país y hace una considerable contribución a una iniciativa global de conservación de plantas.
 
Colombia es el segundo país en riqueza de especies de plantas después de Brasil, con más de 26 000 especies registradas hasta el momento, 6 000 de las cuales se consideran endémicas nacionales. Para el año 2020, menos del 20 % de las especies de plantas del país habían sido evaluadas para las Listas Rojas.
 
 
Recomendaciones del Reporte Bio 2020

El 51 % de los páramos del país están bajo alguna figura de protección y el 86 % mantiene sus coberturas naturales, indicando un alto grado de protección y conservación. No obstante, la planificación para su conservación debe reconocer la participación de las comunidades relacionadas con este ecosistema, en la toma de decisiones que definen su ordenamiento y gestión.

 Los humedales permanentes (bajo dosel y abiertos) poseen el mayor porcentaje de cobertura natural (94 y 88 %, respectivamente) ubicados principalmente en el complejo de La Mojana, en Tumaco (Nariño) y en la región del Darién. Se recomienda la conservación estricta de sus espejos de agua para garantizar la protección del servicio ecosistémico relacionado con la provisión.

La contención de la deforestación en resguardos indígenas es una oportunidad para el uso sostenible de la biodiversidad y significa una ventana de oportunidad para el desarrollo de iniciativas de uso sostenible de la biodiversidad que provean alternativas de mayor beneficio ambiental y social.

Bajo escenarios de cambio climático a 2050 se proyecta una pérdida de especies en las zonas del Vichada y Meta, evidenciando la necesidad de tomar medidas en el presente con el propósito de evitar la homogeneización biótica de la Orinoquia en el futuro.

A partir del Mapeo de áreas esenciales para el soporte de la vida -ELSA-, en Colombia se identificaron áreas para preservación, restauración y de manejo del área terrestre nacional en departamentos como Vichada, Chocó, Guainía, Caquetá y Amazonas. Implementar acciones de protección en estos departamentos permitirá alcanzar el 50 % de la meta fijada.

El 75 % de los paisajes agropecuarios en el país no son heterogéneos, potencian- do una alta vulnerabilidad en la oferta de servicios de regulación y resaltando la necesidad de implementar acciones que estimulen la coexistencia de los bienes y servicios agrícolas o pecuarios junto con la conservación de la biodiversidad y sus beneficios.

A partir de un análisis multivariado se evidenciaron ocho agrupaciones de departamentos, donde se hace evidente que la mejora en indicadores socioeconómicos, está dejando una importante huella espacial humana, representada en el deterioro de nuestros ecosistemas.

Es necesaria una transición y reorientación de diversas políticas públicas, incluyendo los planes de desarrollo a nivel departamental. Se ponen de manifiesto las brechas que presentan los departamentos para transformar sus economías hacia economías sostenibles, señala el reporte.

Conozca más del reporte Bio en http://reporte.humboldt.org.co/biodiversidad/2020/