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Cerca de 14 millones de hectáreas del país están destinadas únicamente a la ganadería cuando se cuenta apenas con 2,7 millones aptas para tal fin. "El ganado se está devorando tanto las áreas más productivas para cultivar como los ecosistemas estratégicos", advierte el IGAC.

BOGOTÁ D.C.- Aunque en Colombia la ganadería intensiva solo debería estar estar presente en el 2,4% del territorio colombiano cerca de 14 millones de hectáreas son destinadas únicamente a la ganaderia neta, lo que generar una alarmante sobrecarga de esta actividad pecuaria.

Así lo afirmó el director del Instituto Geográfico de Colombia (IGAC), Juan Antonio Nieto Escalante, quien recordó que la entidad a su cargo lleva más de 70 años estudiando y analizando los suelos del país. "Los terrenos aptos para la ganadería "al rojo vivo", es decir la destinada únicamente para el pastoreo intensivo, semi intensivo o extensivo, solo debería estar presente en el 2,4 del territorio del país, destacó.

El panorama se torna mucho más alarmante si se compara con las 34,8 millones de hectáreas que ya cuentan con algún desarrollo ganadero (además de la actividad neta, los usos agroforestales y silvopastoriles), que abarcan el 30,6% del país, agregó el directivo. “Sin ser alarmistas, junto con la erosión y la deforestación, la ganadería es una de las principales enfermedades para el suelo. El constante pisoteo del ganado causa serios problemas de compactación en los terrenos, los cuales tardarían cientos de años en ser recuperados”, subrayó.

Desde su punto de vista, “el ganado se ha convertido en un común denominador en los páramos y humedales, afectando estas importantes recargas de agua; además, se ha dejado a un lado la agricultura por la ganadería, lo que causa que las tierras más arables se vuelvan áridas y pierdan su capacidad para poder cultivar”.

Además, el directivo reveló el ranking de los departamentos más aptos para la ganadería intensiva, semi intensiva y extensiva, que precisamente no son los que actualmente presentan más hectáreas dedicadas a esta actividad.

Las más de 2,7 millones de hectáreas con capacidad netamente ganadera están distribuidas en 27 departamentos del país, entre los cuales los que han destinado mayor cantidad de terrenos aptos para la ganadería "al rojo vivo" son Casanare (780.000 hectáreas), Arauca (485.000), Bolívar (314.000), Cesar (226.000), Magdalena (164.000), Córdoba (142.000), Antioquia (139.000), Santander (124.000), Sucre (110.000) y Valle del Cauca (103.000).

Sin embargo, el listado de los departamentos directamente ganaderos no coincide con el anterior, ya que se imponen Antioquia (1,4 millones de hectáreas), Córdoba (1,2 millones), Meta (1,1 millones), Magdalena (1,06 millones), Caquetá (909.000), Cesar (833.000), Santander (833.000), Tolima (646.000), Casanare (622.000) y Bolívar (615.000).

“Al comparar ambos listados se hace evidente el uso inadecuado que se le ha dado al suelo por causa de la ganadería. Ningún departamento del país tiene más de un millón de hectáreas con capacidad para soportar la actividad pecuaria neta, panorama que se da en Antioquia, Córdoba, Meta y Magdalena”, dijo Nieto Escalante.

Amazonas, Guainía, Quindío, Risaralda y Vaupés son los cinco territorios que no albergan este tipo de suelo en Colombia.

El director del IGAC llamó especialmente la atención sobre departamentos como como Caquetá, Cundinamarca, Casanare y Arauca.

En Caquetá, por ejemplo, la ganadería extensiva e intensiva en la zona del piedemonte está presente en casi un millón de hectáreas, cuando su capacidad debería estar concentrada solo en 9.000. “Esto causa una considerable pérdida del material vegetal de la zona montañosa  e incrementa la vulnerabilidad a presentar derrumbes, deslizamientos e inundaciones, además de problemas de erosión, compactación y deforestación", advirtió el funcionario.

En Cundinamarca, que solo cuenta con escasas 535 hectáreas aptas para la ganadería neta, esta actividad está presente en 524 mil hectáreas. El vivo ejemplo del uso inadecuado del suelo en este departamento es la Sabana de Bogotá, que alberga uno de los mejores suelos para cultivar, por lo que debería ser la gran reserva productiva del país.

Sin embargo, agrega, estos terrenos están siendo destinados para la actividad ganadera y los procesos intensivos de conurbación. "Los municipios aledaños a Bogotá están sepultando los mejores suelos productivos para dar paso a edificaciones y condominios”, subrayó

El funcionario indicó que en Casanare y Arauca ocurre lo contrario, ya que a pesar de ser los de mayor cantidad de hectáreas con capacidad para esta actividad, su uso actual es inferior. "Las tierras de estos departamentos representan grandes oportunidades de desarrollo para la actividad ganadera neta en el posconflicto”, sostiene el funcionario.

Compactación, el peor resultado

La compactación causada por el exceso de ganado genera una pérdida de la estructura del suelo y de la materia orgánica, ya que restringe la profundización de las raíces y el volumen de absorber agua y nutrientes; eso sin contar que disminuye los poros grandes del suelo, lo que limita el drenaje y afecta el intercambio gaseoso”, apuntó el Director del IGAC.

Sumado a lo anterior, la compactación afecta la actividad de los organismos presentes en el suelo, disminuye la descomposición de la materia orgánica, el aporte de nutrientes, la formación estructural, la permeabilidad y la infiltración de agua, lo que genera un aumento de la escorrentía y un peligro más alto de erosión”, puntualizó Nieto Escalante.