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Durante las últimas semanas de confinamiento obligatorio en el país, entusiastas de la biodiversidad hicieron más de 7.900 observaciones de fauna y flora, de las cuales 3.326 (41,67%) ya fueron identificadas. Hasta el momento sde han registrado más de 2.000 especies

 

BOGOTÁ D.C.- Juan Manuel de Roux  fue uno de los colombianos que, desde la ventana de su casa, registró con su cámara una especie silvestre -la comadreja colombiana (Mustela felipei)- que se daba por extinta debido a que no se contaba con registros fotográficos desde hacía más de 30 años.

Como él, y como resultado de la iniciativa Naturalistas Urbanos desde Casa: Bioblitz en tiempos de cuarentena, cerca de 1.000 naturalistas se unieron a esta maratón de registro de especies de flora y fauna en el país a través del plataforma Naturalista.

Este aplicativo, que ha tenido gran acogida, llegó a Colombia en el 2016 y a la fecha, tiene más de 13 mil observadores y 323 mil registros de especies. Naturalista contribuye al conocimiento de la biodiversidad del país, dado que permite que cualquier persona interesada en el tema, pueda subir información, en este caso fotografías, así como colaborar en el proceso de identificación de especies.

Para la jornada de curatón en tiempos de cuarentena, evento digital realizado el pasado 27 y 28 de abril, se registraron 107 curadores y el total de cupos asignados para esta etapa de la iniciativa fue de 40. Entre los participantes se encuentran personas de distintas profesiones y oficios desde biólogos, ingenieros, arquitectos, geólogos hasta antropólogos.

El Instituto Humboldt es socio aliado de Naturalista. Su rol consiste en el mantenimiento y capacitación a usuarios en el uso de la plataforma. Naturalista es una iniciativa conjunta de la Academia de Ciencias de California y National Geographic Society.    


De acuerdo con Sindy Martínez, investigadora de la línea de Ciencias Sociales y Saberes de la Biodiversidad del Instituto Humboldt, los resultados de esta convocatoria representan la importancia de la ciencia participativa en la obtención y mejoramiento de la información sobre biodiversidad en nuestro territorio.

"Naturalista funciona de manera voluntaria como cualquier otra red social: te registras y obtienes un perfil, empiezas a subir fotos de especies que te resulten interesantes, se te atribuye el crédito y además, puedes contribuir a identificar especies que otros usuarios han cargado anteriormente. Lo más importante es que la información y los datos son de libre acceso. No pertenecen al Instituto Humboldt ni a ninguno de los socios de la plataforma", asegura Martínez.
 
Al mejorar la calidad de los datos de especies se contribuye a disminuir los vacíos de información sobre biodiversidad del SIB Colombia que resultan determinantes para la toma de decisiones. Para lograr la mejora de datos, el proceso de avalar o hacer curaduría de los registros es uno de los más importantes. Este ejercicio se hace de manera voluntaria en varios países evidenciando el poder de las acciones colaborativas.

Según Carolina Soto, líder de la línea de Diálogo de Saberes y Ciencia Participativa del Instituto Humboldt, "los curadores de Naturalista son personas con mucho conocimiento de la naturaleza y no necesariamente son científicos con formación tradicional, sino personas que conocen mucho de biodiversidad sin necesidad de tener educación formal".

Este tipo de plataformas de ciencia participativa permite, entre otras cosas, crear redes de colaboración tanto para aficionados como para científicos con fines investigativos, por ejemplo, si se está interesado en un grupo biólógico en particular solo basta enviar un mensaje directo para empezar a trabajar de manera conjunta.

Tal es el caso de la la tesis en polillas del género Crinodes (Herrich-Schaffer), 1855 (Lepidoptera, Notodontidae) en Colombia de la Univesidad Javeriana, en la cual la bióloga Liliana Prada concluyó que en 70 años se recolectaron únicamente 63 especímenes del género Crinodes en Colombia (14 especímenes sin datos) siendo la época con mayor representatividad en colecciones biológicas entre los años 1945-1947 y a través de la aplicación Naturalista se han registrado 30 especímenes del género Crinodes en el territorio colombiano entre el 2006 y el 2019, destacandose el reporte de Crinodes bellatrix, la cual no se registraba desde 1998. 
https://colombia.inaturalist.org/observations/38622697

Ciencia participativa

El conocimiento tradicional de las comunidades locales tiene un gran valor dado que son los mejores conocedores de sus territorios. Están en muchos de los lugares que por distintas razones son de difícil acceso para los científicos.
 
Un ejemplo de ello fue el resultado del convenio entre Corporación Autónoma Regional de las Cuencas de los ríos Negro y Nare – Cornare y el Instituto Humboldt en donde se llevó a cabo un inventario participativo de biodiversidad con un grupo de familias de campesinas socias de BanCO2 en predios que son objeto de pago por servicios ambientales.
 
"Los campesinos de esta región tenían la necesidad de saber qué especies habitaban en sus territorios, pues no se trataba solamente de proteger el bosque sino las plantas y animales que habitan allí. La comunidad identificó una microcecilia que se no se había reportado, gracias a la participación de los niños que se dio con este hallazgo", cuenta la investigadora Martínez.
 
Durante este proyecto se hizo entrega de tecnología como tabletas y se realizaron capacitaciones en el manejo de la plataforma Naturalista. Al principio hubo cierta resistencia, especialmente, por la dificultad de no saber leer o escribir, pero con los días los campesinos empezaron a sentirse cómodos.  Una de las mujeres más activas durante el proceso fue Mariela del Socorro Cárdenas que luego de un mes de emprendido el proyecto, tenía en su dispositivo móvil más de 1500 fotos de colibrís, monos, tucanes y plantas de la cuales no se tenían registros. La ciencia participativa empodera a las comunidades al percatarse que pueden hacer ciencia sin ser científicos.