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Bogotá, abril 26 de 2011.- Bajar a más de la mitad las emisiones de hollín y polvo en Bogotá, que en 2008 ascendió a 2.500 tonelada y reducir significativamente otros contaminantes como óxidos de nitrógeno y monóxido de carbono son las ambiciosas metas que contempla el Plan Decenal de Descontaminación del Aire para Bogotá, elaborado por la Secretaría de Ambiente, la Universidad de los Andes y TransMilenio, y el cual contempla medidas que serán implementadas en forma gradual en el transcurso de los próximos 10 años.

Según los programas de control y reducción de la contaminación atmosférica de las fuentes fijas y móviles del plan, dentro de las principales cartas para bajar la polución del aire están el Sistema Integrado de Transporte Público, el cambio en las industrias hacia combustibles más limpios y el uso de sistemas de control de emisiones tanto en industrias como en el transporte de carga, de pasajeros y en las motocicletas.

Además contempla una serie de medidas complementarias que apoyan y facilitan el cumplimiento de las metas, entre ellas la mejora de la calidad de los combustibles, avances en legislación de control de la contaminación atmosférica, divulgación y educación ciudadana, fortalecimiento a programas de seguimiento y control en fuentes fijas y móviles, renovación de sistemas de combustión industrial y fomento de buenas prácticas de conducción.

Los costos de la implementación del plan ascienden a $1.7 billones, pero sus beneficios equivaldrían $16 billones; es decir, que por cada peso que se invierta se lograrán beneficios económicos de no menos de nueve pesos.

De acuerdo con Juan Antonio Nieto Escalante, Secretario Distrital de Ambiente, ?con la puesta en marcha de este plan no sólo el aire sería menos turbio en 10 años al contar tan sólo 940 toneladas de material particulado. La salud de los bogotanos se vería beneficiada con menos hospitalizaciones y muertes por contaminación atmosférica?.

Menos polvo y menos hollín

De acuerdo con el inventario de emisiones de fuentes fijas y móviles de 2008, las industrias son responsables de alrededor de 1.100 toneladas del polvo y hollín al año.

Con la implementación del plan se espera que esta cifra descienda, ya que las industrias con hornos y calderas que utilizan carbón como combustible desarrollarían acciones encaminadas a la mejora de sus procesos, reduciendo las emisiones de material particulado a través de una conversión tecnológica o energética.

Las industrias informales, que según el inventario representan el 30% del total que existen en la ciudad, también tendrían que acogerse a estas mismas acciones, al igual que las ladrilleras, responsables del 50% de emisiones de polvo, hollín y humo.

Mejor movilidad

Las fuentes móviles aportan alrededor de 1.400 toneladas de material particulado al año, de las cuales el 39% provienen del transporte público colectivo; le sigue la flota de vehículos de carga con el 33 por ciento y las motocicletas con un 21 por ciento.

Para el transporte público bogotano, el plan implementará el Sistema Integrado de Transporte, que con el rediseño de rutas, la integración con TransMilenio y posteriormente con El Metro, le apunta a un parque cercano a los 13.000 vehículos.

De esta manera Bogotá tendrá un sistema más eficiente, rentable y ambientalmente adecuado, que garantizará la renovación continua de la flota y la chatarrización de vehículos cuya vida útil haya finalizado.

Según el plan trazado será obligatorio que los vehículos pertenecientes al sector de transporte de carga, transporte público colectivo y motocicletas implementen de forma gradual sistemas de control de emisiones.

Aportes ciudadanos

La elaboración del plan decenal incluyó procesos participativos con la ciudadanía, representantes de autoridades ambientales locales y nacionales, y de los gremios involucrados con la calidad del aire capitalina, atendiendo a que son interlocutores legítimos para su formulación.

En total se contó con la participación de 1.047 ciudadanos de 19 localidades de Bogotá, quienes asistieron a 16 talleres en donde se recogieron las percepciones sobre los problemas más importantes en cuanto a la contaminación del aire y las posibles soluciones.

De no tomarse medidas como las contempladas en el plan decenal, en 2020, las emisiones del sector industrial serían alrededor de 60% mayores que las del año base. El material particulado se dispararía un 70%, superando las 4.000 toneladas al año; el dióxido de carbono subiría su concentración en un 100%; el monóxido de carbono un 10% y los óxidos de nitrógeno un 35%.

En las fuentes móviles sería peor. Con el aumento del transporte público, de las motos y los camiones de carga, en una década el hollín y polvo generado por los vehículos se incrementaría en un 80%, los óxidos de nitrógeno un 30% y el monóxido de carbono un 10%