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Lo recomendable en las avenidas es sembrar especies con portes arbustivos, no grandes árboles. Estos deben plantarse en espacios más abiertos, como los parques.

Así lo expresó Orlando Rivera, docente del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia, quien dijo a la agencia Unimedios que hay que elegir opciones preferiblemente nativas, como jazmines, cauchos, guayacán de Manizales o por árboles muy pequeños. “Hay que diversificarlos, para que si a alguna especie la ataca una plaga, no mueran todos, como pasó hace un tiempo con los cauchos sabaneros”, afirmó.

En Bogotá, agregó, es muy característico que algunas zonas tengan en sus avenidas hasta un 50% de eucaliptos, que fue la especie de árbol que se desplomó ayer y causó la muerte de una mujer que se movilizaba en su vehículo.

“El eucalipto es una especie originaria de Australia, y es probable que no se hayan seguido las condiciones requeridas para sembrarlos en áreas abiertas. Estos caen por dos razones: por ser árboles muy viejos o por su gran volumen, ya que el suelo con la lluvia se afloja y esto lleva a que se vuelquen”, explicó el profesor Rivera.

Sumado a ello hay que tener en cuenta que Bogotá tiene suelos muy superficiales, por haber sido en gran proporción una laguna, lo que facilita que los árboles, en algún momento, caigan. “Hay unas áreas donde los sistemas radicales pudieron anclar muy bien y sostienen el árbol hoy en día, aunque tengan la misma edad del que se cayó ayer. Hay otros sitios donde los suelos no permiten eso”, explicó el profesor Rivera.

El eucalipto es un tipo de árbol muy pesado, y si se le suma la velocidad que adquiere al caer y el peso del agua acumulada, aumenta su impacto al desplomarse.

El docente de la UN recomendó hacer un seguimiento periódico a las especies de árboles que existen en Bogotá, de tal forma que se puedan prevenir accidentes mediante la toma de decisiones. “Si hay riesgo, se deben remover, podarlas o reemplazarlas periódicamente”, dijo.